Una de las materias en la que nuestros servicios son mayormente buscados es en el área judicial, ya que gozamos de una respetable reputación como litigantes realmente efectivos, distinguiéndonos por propiciar la resolución de los conflictos que nos son presentados de la manera más rápida y eficiente posible. Lo anterior como resultado, en primer lugar, de un profundo conocimiento en las materias civil, mercantil, y contencioso administrativo, en segundo, de una práctica similarmente intensa en litigios de apreciable magnitud y complejidad.
Podemos afirmar que hoy por hoy, el ejercicio profesional del abogado litigante se ha tornado particularmente complejo. En vista de ello, el grupo de profesionales que conforma el Escritorio Brando & Asociados, nunca ha escatimado esfuerzos para mantener al frente nuestros procesos judiciales, a profesionales de alto nivel, quienes además de contar con años de experiencia en el área del litigio, paralelamente participan o han participado en labores académicas y en la propia judicatura, con el respaldo de una institución que presta toda la infraestructura necesaria para el óptimo desarrollo de nuestra actividad profesional.
Aunado a ello, la firma cuenta con personal que labora a tiempo completo, todos los días hábiles del año, ejerciendo la actividad tribunalicia, manteniendo el control y vigilancia de todas las causas que le son encomendadas.
De igual forma y en búsqueda de soluciones a los casos que nos son encomendados, promovemos los medios alternativos de resolución de conflicto, tales como la conciliación, mediación y arbitraje, logrando, en muchos de los casos, llegar a transacciones judiciales que representan ganancias para ambas partes.
Adicionalmente, estamos en capacidad de realizar gestiones de recuperación de bienes a nivel nacional, toda vez que contamos con un equipo de investigadores dedicados a la ubicación de bienes sujetos a medidas cautelares o ejecutivas, decretadas por los Tribunales de la República.
Es así como en el área judicial, estamos facultados para cubrir en procesos judiciales, todas las instancias, trámites y recursos, tanto ordinarios como extraordinarios, incluyendo recursos de nulidad, queja, invalidación, amparo, revisión constitucional y casación.